10 de enero
Bautismo del Señor
En el bautismo de Jesús, como en todo bautismo, el agua ocupa el puesto central. En el banquete de alianza entre Dios y los hombres, imaginado por Isaías, no puede faltar el agua, al lado de otras bebidas. San Juan en su primera carta nos dice que "Jesucristo vino por agua y sangre" y que "tres son los que dan testimonio de Jesucristo: el Espíritu, el agua y la sangre, y los tres están de acuerdo". En el evangelio, después de que Jesús, bautizado por Juan, salió del agua, se abrieron los cielos y el Espíritu Santo descendió sobre él en forma de paloma. El agua es la realidad más presente en todos los textos, el agua con toda su riqueza simbólica y con los demás elementos que la acompañan y completan.
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